Para algunos oscenses, Transportes Callizo es una gran empresa, en un sector con mucha competencia como es hoy día el transporte de mercancías, pero para otros no es mas que el día a día, una forma de vida, de una familia que lo ha dado todo por sacar esta empresa adelante. Pero la historia se remonta años atras, hace más de 50 años...
·En 1943 El señor Callizo, así conocido por aquel entonces, más conocido ahora como el abuelo Callizo, despues de haber andado en diversos trabajos, incluido el de conductor de taxis, y despues de haber participado en la Guerra Civil Española, fundó la empresa Transportes Enrique Callizo Bueno. Con poco dinero y una furgoneta, comenzaba a realizar transportes por la zona del serrablo, resaltando las poblaciones de Jaca y Sabiñánigo. Por aquel entonces la publicidad era casi nula, y el boca a boca era lo que ás garantías daba. El abuelo Callizo no se quería quedar en una empresa de bajos vuelos, así que decidió emrender viaje, y haciendo de comercial, oficinista, contable y repartidor, comenzó a realizar envíos con Huesca, e incluso con Zaragoza. Alrededor de 1970 dos hermanos llamados Fernando y Enrique, entraron a formar parte de este pequeño negocio, siendo chicos adolescentes todavía, con la pecualiaridad de que llevaban camiones a los 15 años, cosa que ahora es impensable. Día día y con el esfuerzo físico y mental, los tres Callizo trabajaban de sol a sol (y esto no es una frase hecha) moviendo paquetería, repartiendo por la comarca, e incluso realizando labores de oficina, los dos hermanos eran la viva imagen del padre cuando fundó la empresa.
El tiempo pasaba, y se formaban las familias, los dos hermanos se casaron y tuvieron tres hijos cada uno, formando así nuevas generaciones de transportistas.
En 1984, Transportes Enrique Callizo Bueno, pasó a llamarse legalmente, Transportes Callizo, S.A. y pasó a ser empresa de los hermanos Callizo. Después de 41 años de servicio, el abuelo Callizo se merecía una jubilación relajada, en la montaña que era donde a él le gustaba, pero el trabajo se lleva en la sangre, y continuaba día a día acudiendo a su cita con el trabajo. Fernando y Enrique ya no eran los chavales que se escaqueaban en el almuerzo para ver a sus novias, se habían convertido en gerentes de una empresa, que cada día iba a más, y eso requería una gran responsabilidad.
Fernando se trasladó a Huesca, y comenzó a dirigir desde alli la empresa, y Enrique se trasladó a Zaragoza. Pasaban los años, se cambiaban los camiones, las furgonetas, los trabajadores, pero tres personas seguían día a día al pie del cañón.En 1996 otros dos hermanos, hijos de Fernando, (Alberto e Ignacio) daban sus primeros pasos como transportistas, cuando a la salida del instituto, se comían un bocadillo y acudían a la vieja nave de Huesca, donde seguro que hoy en día tienen gratos recuerdos, y se ponían a cargar y descargar camiones, y aunque parezca mentira allí es donde una persona aprende a manejar una empresa, entre polvo y carretillas. En unos años, el hijo de enrique junior, Quique, comeza también a hacer sus pinitos en la nave de Zaragoza. En 2002 fallecía el abuelo Callizo, dándole funerales en Sabiñánigo, población que vio crecer esta empresa. El tiempo corría, y Alberto se convertía en el comercial de la empresa, abriendo puertas en los mercados de fututo, y haciendo nuevos clientes para la empresa, Ignacio controlaba todo el tema de rutas, y Quique controlaba en Zaragoza el tema de oficinas. El negocio iba creciendo y la familia también. La última incorporación que sufrió la empresa, fue la del tercer hijo de Fernando, llamado Fer, para diferenciarlo del padre, se incorporó en 2004, y hoy en día es quien controla el tema de las oficinas de Huesca.
Amen de futuras incorporaciones, de biznietos de fallecido abuelo Callizo(el día que los haya) la empresa esta bien estructurada, con 6 personas distribuidas entre Huesca y Zaragoza, y dando servicio 24 horas a toda españa, y realizando envíos internacionales, siempre intentando mejorar el servicio dado hasta la fecha.
·En 1943 El señor Callizo, así conocido por aquel entonces, más conocido ahora como el abuelo Callizo, despues de haber andado en diversos trabajos, incluido el de conductor de taxis, y despues de haber participado en la Guerra Civil Española, fundó la empresa Transportes Enrique Callizo Bueno. Con poco dinero y una furgoneta, comenzaba a realizar transportes por la zona del serrablo, resaltando las poblaciones de Jaca y Sabiñánigo. Por aquel entonces la publicidad era casi nula, y el boca a boca era lo que ás garantías daba. El abuelo Callizo no se quería quedar en una empresa de bajos vuelos, así que decidió emrender viaje, y haciendo de comercial, oficinista, contable y repartidor, comenzó a realizar envíos con Huesca, e incluso con Zaragoza. Alrededor de 1970 dos hermanos llamados Fernando y Enrique, entraron a formar parte de este pequeño negocio, siendo chicos adolescentes todavía, con la pecualiaridad de que llevaban camiones a los 15 años, cosa que ahora es impensable. Día día y con el esfuerzo físico y mental, los tres Callizo trabajaban de sol a sol (y esto no es una frase hecha) moviendo paquetería, repartiendo por la comarca, e incluso realizando labores de oficina, los dos hermanos eran la viva imagen del padre cuando fundó la empresa.
El tiempo pasaba, y se formaban las familias, los dos hermanos se casaron y tuvieron tres hijos cada uno, formando así nuevas generaciones de transportistas.
En 1984, Transportes Enrique Callizo Bueno, pasó a llamarse legalmente, Transportes Callizo, S.A. y pasó a ser empresa de los hermanos Callizo. Después de 41 años de servicio, el abuelo Callizo se merecía una jubilación relajada, en la montaña que era donde a él le gustaba, pero el trabajo se lleva en la sangre, y continuaba día a día acudiendo a su cita con el trabajo. Fernando y Enrique ya no eran los chavales que se escaqueaban en el almuerzo para ver a sus novias, se habían convertido en gerentes de una empresa, que cada día iba a más, y eso requería una gran responsabilidad.
Fernando se trasladó a Huesca, y comenzó a dirigir desde alli la empresa, y Enrique se trasladó a Zaragoza. Pasaban los años, se cambiaban los camiones, las furgonetas, los trabajadores, pero tres personas seguían día a día al pie del cañón.En 1996 otros dos hermanos, hijos de Fernando, (Alberto e Ignacio) daban sus primeros pasos como transportistas, cuando a la salida del instituto, se comían un bocadillo y acudían a la vieja nave de Huesca, donde seguro que hoy en día tienen gratos recuerdos, y se ponían a cargar y descargar camiones, y aunque parezca mentira allí es donde una persona aprende a manejar una empresa, entre polvo y carretillas. En unos años, el hijo de enrique junior, Quique, comeza también a hacer sus pinitos en la nave de Zaragoza. En 2002 fallecía el abuelo Callizo, dándole funerales en Sabiñánigo, población que vio crecer esta empresa. El tiempo corría, y Alberto se convertía en el comercial de la empresa, abriendo puertas en los mercados de fututo, y haciendo nuevos clientes para la empresa, Ignacio controlaba todo el tema de rutas, y Quique controlaba en Zaragoza el tema de oficinas. El negocio iba creciendo y la familia también. La última incorporación que sufrió la empresa, fue la del tercer hijo de Fernando, llamado Fer, para diferenciarlo del padre, se incorporó en 2004, y hoy en día es quien controla el tema de las oficinas de Huesca.Amen de futuras incorporaciones, de biznietos de fallecido abuelo Callizo(el día que los haya) la empresa esta bien estructurada, con 6 personas distribuidas entre Huesca y Zaragoza, y dando servicio 24 horas a toda españa, y realizando envíos internacionales, siempre intentando mejorar el servicio dado hasta la fecha.
1 comentario:
que historia mas bonita, estoy por esperar la segunda parte,pero que fijate que la gente mayor de sabiñanigo siempre conto otra versión.
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